El mejor momento para empezar nuevas rutinas
La vuelta al cole nos invade y produce sentimientos encontrados de agobio y alivio al mismo tiempo. Por un lado, es sinónimo de un año más, de que nuestros pequeños se van haciendo mayores con todo lo que eso supone y, por otro lado, es olvidarse de hacer piruetas por toooooodo el tiempo libre que tienen nuestros hijos.
Un tema que sale una y otra vez en conversaciones con amigas es que lo mejor de septiembre es la energía renovada tras las vacaciones y las ganas de hacer nuevas cosas o retomar las que dejaste allá por junio.
Esto también aplica a los niños. Septiembre es una época perfecta para inculcarles nuevas rutinas que se incorporen a su día a día de forma natural y sencilla.
La hora del baño es una de esas rutinas. Es un momento de diversión para los niños y de cuidarles y mimarles para nosotras. Cuando son bebés es muy habitual que tras el baño llegue el momento de las cremitas, de darles un masaje que no solo les relaje, sino que también les cuide su piel.
¿Y cuándo se van haciendo mayores? Las prisas, las ansias de los niños por pasar a la siguiente actividad, nuestra paciencia que se va reduciendo según pasan las horas del día, nos pasan factura y la hidratación tras el baño pasa a un segundo plano.
Igual que para ti es fundamental (aunque a algunas nos da cierta pereza) cuidar tu piel e hidratarla, también lo es para los más pequeños. Te damos 2 motivos fundamentales:
- Están igual de expuestos a la contaminación que nosotras y, por tanto, a los efectos adversos que tiene sobre nuestra piel.
- La piel es el órgano más grande de todo nuestro cuerpo y no siempre le prestamos la atención que merece.
Lo mejor de todo es que si inicias a tu peque en esta rutina (aunque al principio te cueste un poco) pasará a formar parte de su día a día y según se vaya haciendo mayor lo incorporará de forma natural a su cuidado.
¿Qué debes tener en cuenta para elegir la crema hidratante para tu pequeño?
Fundamentalmente que sea natural, sin parabenos ni sulfatos ni alérgenos que puedan dañar la piel del niño. Cuanto menos tóxicos tenga, mejor.
Aceite de argán o almendras, caléndula, aloe vera o avena son ingredientes naturales que no solo tienen un olor agradable; también son perfectos para calmar la piel, nutrirla y cuidarla como se merece.
También es muy importante que la textura de la loción sea suave, fácil de extender y ligera. No hay nada más incómodo que una crema que te deja pegajoso y te tiene esperando hasta que se absorba.
El truco más extendido entre las madres de Bontibú para hacer de la hidratación algo divertido y apetecible es acercarles a nuestros peques un poquito de crema en la mano para que sepan con antelación el buen olor que les va a dejar. ¡No falla!
¿Y tú? ¿Tienes algún truco para incorporar estas rutinas a tus hijos? ¡Compártelo con nosotras!